La compasión nos pide que vayamos donde duele, que entremos en los lugares del dolor, para compartir anonadamiento, miedo, confusión y angustia. La compasión nos reta a clamar con quienes están en la miseria, a lamentarnos con quienes están solos, a llorar con quienes sollozan. La compasión nos exige ser débiles con el débil, vulnerables con el vulnerable, indefenso con el indefenso. La compasión significa plena inmersión en la condición de ser humano.